DELIRIOS DE JUVENTUD

De niño sufrías al escoger detalladamente tus juguetes favoritos para depurar la carta que enviarías a los reyes magos. Después era un poco doloroso decidir si cambiar de escuela y dejar atrás a los amigos y aceptar el reto de encontrar nuevos. Irremediablemente seguiste creciendo y te encontraste el dilema de escoger una carrera. Creíste que ahí terminarían las grandes decisiones y de repente para algunos te das el lujo de no aceptar cualquier trabajo, para ti es la tortura de escoger el trabajo que mas te satisface. Se vienen decisiones como el lugar ideal para vivir, la persona en que te quieres convertir (O=), la persona ideal con la cual vivir, la familia, el trabajo, los hijos… ¿los asbhas… hijos?, el hijo es la categoría del yo, no del ella o él (o ellos!! a a a), pero es que dicen por ahí que ya hay que pensar en los hijos (ellos) a cierta edad.

Y tú que eras una persona de extremos, que toma las riendas de su vida y le dejas poco al destino (romántico) te sientes, ¿cómo decirlo?: overwhelmed, abrumado, histérico, malhumorado, miedoson pues. Y todo por pinche paranoico, tan fácil que es seguir los caminos marcados por la sabia sociedad que ya ha pasado por esto chorros de generaciones. Pero nel. La obstinación ante todo, para que al final sí, me case, trabaje y tenga hijos. ¿¿Cuál es el pinche problema fantasma que veo?? De niño tenías amigos imaginarios, y ahora de “grande” tienes a tus problemas imaginarios. De niño medias menos de un metro y ahora tomas el metro jajajaja ¿eso qué?, si eso que, un chistorín según algunos como evasión, según yo pa terminar este texto tan solemne, gracias.