domingo, abril 16, 2006

E S P U M A D E M A R

Mi viejita de dos ojos relampagueantes, amables, profundos. Mi pedacito de tiempo encapsulado en un cuerpo agraviado. Puedo vislumbrar como es la vida de un niño, por que yo lo fui. Nunca; hasta ser viejo, entenderé tu ocaso, hasta ver mis manos duales: toscas y dulces, arrugadas y amorosas. Loable corazón de mujer, ojos tibios, sonrisa eterna, inmortal, eres bastante bonita, más bien poética.

Mi abuelo nunca vio de quien se enamoró, tal vez pudo entrever tu pasión, tu fuerza, tu capacidad de amar, tu alegría, tu perseverancia, tu fidelidad, por eso te eligió y nunca supo en verdad la magnitud de tu persona, de tu entereza o de tu amor por él. Seguro te espera, tu pensamiento en él; constante, tejió un lazo de unión entre el cielo y la tierra.

Si tuviera una máquina del tiempo, traería la vida ausente, la de tu fuerza, la de tu juventud, la de un tiempo alejado del fin. Del pasado te traería a mi abuelo, para que te tomara de la mano, y vieran juntos crecer flores en los ciruelos. Del pasado traería cuerpos vigorosos para cambiarlos por los cansados. Traería los trenes para escucharlos pasar, la música para verte feliz. Ojala como el dolor de los niños, tu dolor desapareciera con un beso, podríamos empezar con dos a ver que pasa.

Tu voz revive el tiempo. Empiezas a contar tu historia y ya parece que te veo cuando eras niña, castigada con los santos en el colegio, traviesa, audaz, querida por todos, corriendo entre telares en tu casa. Te veo en el escenario del teatro, te veo montando a caballo, huyendo en el tren con mi abuelo, veo tus lágrimas, tu amor por tus hijos enfermos, llevándolos en brazos. Te sé fuerte, incansable. Tres dedos de frente es la medida de tu preocupación irremediable, forma en que demuestras tu amor.

Me gusta tu expresión de recuerdo, tu cuerpo tembloroso y tu voz cortada al hablar del amor de tu vida, tus ojos brillantes al describir su cara. Mi imaginación la pintas de sepia cuando me cuentas de los lugares en donde viviste junto a mi abuelo, o al imaginar tu pistola para ahuyentar a la gente malintencionada acercándose a tu familia, sola, cuando lo único que quedó de ese amor fueron tus hijos.

Te recuerdo en la cocina contándonos historias, haciendo los preparativos de tus fiestas de cumpleaños, cuando se iba la luz, con un camino de velas de las escaleras a tu cuarto, terminando en el buró. Veo tu imagen caminando por el pueblo, con pasos rápidos y un cuerpo fuerte, convocando a la gente. Te recuerdo no dormida, solo descansando los ojos en el carro durante los viajes largos. Nunca olvidaré tus regalos de los viernes y que no te gustan las fotos, te veo cociendo en la ventana de tu cuarto, en la fiesta a la virgen, entregándole flores. Veo tu rosario rojo y tus oraciones que huelen a rosas literalmente. Te recuerdo rezando a punto de vencernos el sueño.

Disfruto tu vanidad que no es más que tu deseo de vida, heredé de ti la indecisión al vestir, los tres cambios de ropa obligatorios antes de salir. Soy feliz cuando te veo comer a escondidas algún postre, cuando juntas comemos palomitas o paletas de limón, de arroz, de chocolate, cuando sonríes al ver a los niños y a los bebés. Me gusta tu mirada tranquila cuando lees, cuando te sientes segura, cuando te cobija el sol. Espero heredar tu fuerza, tus ganas de vivir, tu entereza.

Siempre me acompaña y siempre lo hará, tu mano de fe que va de mi frente al pecho, del hombro izquierdo al derecho y termina en mi boca. Mi pasita de ojos llorosos, ¿cómo explicarte las palabras?, ¿cómo decirte con palabras?. Viejita linda, tu cuerpo se cansó antes que tú. Tus pies rejegos, y manos ingratas, no les hagas caso, aquí estoy yo para ayudarte a tejer, para abrazarte al caminar. A las mañanas en tu cuarto las acompaña mi pensamiento. Nunca, nunca, nunca estás sola por que contigo está mi admiración, mi inmenso amor, blanco, como la espuma de mar.

1 Comments:

Blogger -- drama queen, sexy lady... whatever u wanted to call me said...

quizá todo un poco, yo siempre culpo a los pulmones, sí, son los culpables de las lágrimas. Aunque a veces son buenas ellas, las lágrimas, no saben tan mal, saben como a lluvia de verano, huelen igual.

Gracias por la visita!! y por las lágrimas

2:54 p.m.  

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