miércoles, junio 07, 2006

... PARA VIVIR

y es que a veces se hace “– TAN –” necesaria la aprobación de “alguien” para vivir. ya no funciona el diálogo con “una misma”. ya no la automotivación. ya no el amor propio.

¡que ganas de brincar con alguien!, ¡de comprar un libro juntos, de reírnos de Hermosillo o de Temascalcingo o del peor lugar del mundo!. ¡que ganas caray de dormir junto a un librero repleto de letras locas… y El Principito!. ¡que ganas de dormir juntos, aunque sea cada quien en su casa!.

¡que ganas de esperar –le, de querer –le, de mirar-le,
de idolatrar –le!. ¡de conocer –le!.

¿dónde?
¿tú y tus libros y tus ganas de bailar?
¿dónde se esconden?