martes, marzo 13, 2007

Tres pecados capitales en martes trece

Me subo al coche y en cuanto saco la mano de la chamarra para sacar la llave, veo rodar entre mis piernas una moneda que se me ha salido de la bolsa y va a dar justo a lado de mi pie derecho. No hace tanto frío a pesar de que por lo menos los últimos tres días ha estado lloviendo en Toluca. Después de los dos días de sol que nos regaló la primavera, ya es la época de lluvias, de aquí hasta el verano. Voy saliendo de comer sola, en compañía mental únicamente, de mi poyito que me ha hecho reír mientras tomo mi sopa. Pienso en la posibilidad de agacharme por la moneda, meter mi cabeza bajo el volante, doblarme a la mitad y en dos segundos avariciosamente recuperar el águila que brilla a mis pies… Sonrío al reflejo del retrovisor, y hecho a andar de regreso al trabajo, perezosamente con cero posibilidades, una barriga muy muy llena y el corazón contento.