IRÓNICO HOMELESS

entrada al ferry. toronto turístico. foto: charlesuniverse

Salir huyendo es mi especialidad, lo hice una vez más para darme cuenta de que lo que más quiero en este mundo está en México, no solo a una familia honesta, trabajadora, y unida como lo es la media familiar en México y al mejor novio de este mundo y a mis good looking amiguis fresas, también la seguridad que como a pocos mi país me ofreció: lucky me. Sin embargo no dejo de preguntarme a cada paso que doy, por qué nuestro México, a propósito de las próximas fiestas patrias, es como es.

Un país en el que nadie confiamos en los políticos, pero tampoco nadie nos aventamos el paquetote de luchar por causas comunes que a fin de cuentas terminan siendo para un bien individual. Y mientras esos mismos ciudadanos mexicanos, los de la élite política no tienen ni tantito amor por su país, ni un ápice de sentido común y no hacen nada más que llenar sus bolsillos y velar por sus propios interéses, países como en este caso Canadá se llena de mexicanos de toda clase social que salieron de nuestro México (¡el de todos!... y aquí vale la redundancia) buscando una mejor calidad de vida, con esto me refiero a dignidad y no glamour, la que en casa no pudimos conseguir y acá también tiene un alto precio.

En el mundo hay 2 tipos de mexicanos, el grupo número uno son los turistas a los que la torre CN les da la bienvenida a Toronto y conocen las maravillas naturales de este país, las calles limpias y los grandes edificios, este tipo son los que van al mall y compran tenis Nike en una ganga de 40 dlls, los más jóvenes nos sentimos familiarizados con las trasnacionales como mc donalds, el subway y el starbucks. Para el grupo numero 2 vivir aquí no es fácil, son los mexicanos que desesperados vienen a buscar mejores oportunidades de trabajo que las que se ofrecen en México (por que todos sabemos que trabajo si hay, pero los salarios son Miserables), obviamente no hablan inglés y su dignidad se tambalea entre la incertidumbre de vivir como ilegal y verse obligado a sobrevivir en un ambiente extraño, en el que es un paso obligado conseguir alimento, con un maleducado y desesperado dueño de un carrito ambulante que enojado por no entender nuestro idioma ofrece insípidos pero "baratos" pedazos de pan con salchicha llamados “jat dags u know” y que no se parece en nada a los deliciosos hot dogs callejeros y verdaderamente baratos de nuestro país, este es caro, si gigante, pero poco nutritivo,

De repente no sé si sentirme tonta o romántica, cuando me parece de suma importancia, vivir en un lugar agradable, bonito, limpio en el que puedas sentirte cómodo y sin preocupaciones. Sin que suene a choro ideológico, lo que considero más importante es la LIBERTAD, en tantísimos sentidos, como por ejemplo, vivir en un país en el que te sientas seguro al caminar en las calles a cualquier hora del día sin cuidarte del de a lado, en el que no sea necesario enrejar tu casa para dormir tranquilo, pagar millones de pesos para vivir en una casa linda, en un fraccionamiento con obligada seguridad. En el que no se sobrevalore la idea del esfuerzo y del trabajo por encima de la de vivir, y el ocio sea casi un pecado, motivo de arrepentimiento.

En mi mundo ideal, choca este México en el que no suficiente con pagar tus impuestos, hace falta organizarte con los vecinos para arreglar tu calle, poner a los niños a trabajar en las carreteras tapando hoyos, vendiendo chicles para poder comer y con suerte ir a la escuela y poder comprar una torta a medio día en el recreo, que sea el desayuno que no hubo en casa. Debido a nuestra arraigada y sometida cultura, como mexicanos, es difícil pensar que merecemos tener agua para el consumo que no te cueste ni un peso (extra impuestos), o simplemente tener agua potable. A la mayoría no nos importa que muchos mexicanos tarden horas para conseguir que se llene un balde de agua. A fin de cuentas en México cada quien se rasca con sus propias uñas y mientras el “yo” no padezca, los demás nos valen madres. Ya no digo la facilidad de viajar como lo hacen los europeos, que pueden recorrer a bajos costos su continente, sin importar su nacionalidad, ¿es demasiado pedir un país en el que puedas caminar por calles limpias y jugar con tus hijos en un parque público agradable a la vista?, ¿contar con menos escuelas patito y más oportunidades reales de empleo?, ¿menos autopistas de cobro y mayor seguridad social? ¿menos iglesias y más espacios culturales?

Anyway… así es esto de los sueños guajiros, reportados desde Toronto Canadá, una ciudad definitivamente imperfecta como se ve en la foto, pero que me recuerda mucho todo lo que debería de ser nuestro México lindo y querido. Y a eso le llamo consultoría en gestoría política nacional no esas ma$%&/ de la comunicación organizacional que dicen que existen… en el 1 % de la industria nacional definitivamente jaja. Los mexicanos que me he encontrado trabajando acá definitivamente no son webones... que pasa entonces, por que nos sigue haciendo falta México, somos un país tan pobre en infinidad de sentidos... en resúmen, extraño lo que México no es y los abrazos de mi novio.