PRIORIDADES
Durante esa clase, alguna vez “Remedios la grande” preguntó sí ¿alguno en aquel salón tenía algún interés práctico al estar en aquella inútil clase?, pues de ser así, era una pérdida de tiempo, ya que como menciono era inútil, no nos haría ganar más dinero, no conquistaríamos con ella a ningún galán, ni mucho menos seríamos mas felices. Nadie contestó que sí, no sé si por quedar bien con los “extraños” que teníamos por compañeros o por que de verdad todos lo hiciéramos por el puro placer de indagar en asuntos filosóficos sin respuestas y en un estado de simple masoquismo quisiéramos entrar ahí.
Mi respuesta: un NO, no tengo ningún interés práctico. Era un No de verdad sentido, con todo mi corazón y con todo mi estómago, aún con mi practisismo, era de las clases que más he disfrutado a pesar de que no me han enseñado a cobrar por ese conocimiento. Fue ese día, pero hasta unos meses más tarde, hoy, que entro en la cuenta plena de que existen esos momentos en donde la vida se vuelve tangible; ese era uno de ellos, parecidos al amor puro, desinteresado, hedonistas sí en algún sentido, pero inocentes, blancos, momentos reales, vivos. Escribir en un blog o leer un libro o reír o mojarte en la lluvia, o bañarte en domingo son cosas que no necesariamente tienen un fin practico y sin embargo te pueden llegar a llenar el alma (cualquiera que eso sea) de una forma tal, que simplemente lo haces.
Hoy, en este momento sé que quiero hacer de mi vida cosas inútiles, y en 20 años leer éste texto inútil en caso de haber olvidado que es lo que de verdad quiero. Lo que no quiero es saber nunca de grupos de autoayuda, quiero mantener mis vicios como la escritura inútil, la lectura ociosa y la risa infantil, las lágrimas sentidas, recurrentes en meses como abril o agosto, septiembre. Quiero tener siempre un momento de complicidad con alguien, que comparta el placer que solo puede proporcionar la inutilidad. Y cuando alguien me pregunte si quiero hacer algo inútil muy placentero, responder con total seguridad y con todo y hormigueo en el pecho, un Sí. ¡Sí, hagámos cosas inútiles!, ¡tirémonos en el pasto mojado!, ¡pasemos 2 días de hambre, y 3 días de sueño!, ¡riamos hasta el dolor!, ¡besemos hasta el alba!, ¡corramos hasta un río! y ¡“…larguémonos chico hacia el mar…”!